SONRISA ESPONTÁNEA E INEXPRESIVA
Sonrisa espontánea e inexpresiva
Tan confuso es el mundo detrás de
mis ojos.
Impredecible es la masa debajo de
los poros;
Sus masas aparentan formas
inconcebibles,
Impensables para mi esencia
retraible.
¿Cuánto queda para que la promesa
me consuma?
Pues fui cobarde cuando incumplí
palabras
Que, ahora pienso, no debí
sazonarlas
Para verlas desvanecerse en esta
versión falsa.
¿Cuánto tiempo antes de la siguiente caída?
Antes de las diez,
En
el intervalo del revolotear de los colibríes,
O
de la magia de la espuma del mar,
O
del desvanecimiento de semicorcheas.
Mientras
la duda existía,
El ocio
crecía
Y la
calma aprendía a engañar
Los
sentidos
Con una
sonrisa que parecía
Espontánea,
Aunque
seria e inexpresiva.
Mientras
que me doy cuenta
De que el
tiempo
Es mi
obsesión más arraigada,
La
piel envejece,
Los
pensamientos se pierden
La
inocencia no
Podrá
probar ser salvaje.
¿Cuánto
queda para el concierto de los reproches?
Fuera de este espacio, la sequía
se queda sin plegarias.
Ahogada
en falsas convicciones y resignada a la inutilidad.
La
muerte en vida enciende la fe de rebaños legañiles
Sin
juicio, pero con prejuicios ajenos. Parecen mafias.
En
un sueño cualquiera, el pensamiento inusitado
Se convierte en prorroga y queja
mediocre, invalida.
Perdido entre la presencia de
casillas, sus daños colaterales
Y los colores. Entre un destino y
un camino.
Perdido entre el paso agitado, el
sudor y la desesperación.
Aturdido en el desaliento y mis objeciones.
¿Qué eres, quién soy?
Estas ideas que emanan me acabarán.
¿Qué eres, quién soy?
Estas ideas que emanan me acabarán.
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