Los Tontos del "amén"
Sobre una balanza de estrategias, que calcula la ingenuidad en contraposición con la soberbia, hay tontos desdichados, calificados para caer. Se escucha mugir la rebeldía que sin cobardía alude a repetir los hilos de una narrativa opresiva. ¿Quién se pierde solo? ¿Alguien intuirá la trampa? ¿Podrán ganar las malas intenciones? A decir verdad, esto no se escribe en una novela ficticia; por el contrario, se refiere a aproximaciones constantes de las realidades de cada tiempo. Esto es mío, es de todos; pero también es del nadie que nada dice, nada dijo, todo calló, perpetuó la miseria de la mentalidad pobre y vulnerable escondida detrás de un rostro de sonrisas fingidas y practicadas para cada situación con aquél primero: con el tonto. Bajo una tumba de sacramentos ajenos se ritualiza la moral. Es un arma sin instrumentos de valor, que poco vale y mucho entretiene. En sus devenires no existe reflexión alguna sobre los demás. Si es más fácil acribillar, entonces una espada de argumen