FUE

Fue

Parezco estancado en mi propio pasado:
Regio, con nada defectuoso y obediente;
Mientras que veo pasar, con estos mismos ojos, la historia
Que jamás tejí ni pude volver realidad
O las señales del cambio inminente
Y se hospeda, finalmente, mi espíritu atemorizado.
Vivo sin la suerte de otros, sabiendo que no lo sé todo.

Todo este tiempo, he estado leyendo un libreto
(anticuado y mohoso) que han escrito otros, que no lo han sabido actuar.
Tarde me di cuenta que habría otras rutas
Con igual número de probabilidades de satisfacción,
Como tantos tropiezos ajenos me tocó afrontar.
Tarde es para regresar o intentar un nuevo comienzo.

Consciente de estar escarbando las respuestas de un futuro desconocido.
<¿Cuántas cosas dependen ahora de mí?>, me pregunto
Al tiempo que se desvanece el eco de la daga en mi espalda hasta mi vientre.
Dejé de preocuparme por otras cosas. Otras que hubieran sido las primeras;
Pero tomé decisiones que me hicieron atravesar portales diferentes.
Tajante la vida, inequívoco el destino, he tenido rachas lastimeras
De dolor personificado. De peso y llanto inevitablemente justos.

En mi repentino delirio diario, mi sed preocupante es.
Aparento calma, control de mí mismo; aunque inestable.
<Si tan solo tuviera aprendidas mis líneas para no esforzarme pensando en las consecuencias.>
Me cuestiono infelizmente, lleno de vacíos.
Conocer el futuro -y lo he intentado irremediablemente- no se puede.
Me queda seguir vagando entre los polos fijos de ambivalencias.

<¿Qué hago con mi lamento desesperado?>
Apoteósica es la lucha. Engañoso es mi apaciguado consuelo.
Ese arrepentimiento, hace mucho, dejó de ser.
Las acciones nunca han sido -ni serán- reversibles
Así vivo en el sacrificio de la consecuencia sin remedio,
Veo pasar los sueños, como los cielos no conocen prisión.
En indecisas actuaciones que no persiguen sueños cruciales.

Comentarios

Entradas populares de este blog

RELATOS

Devoto

ASÍ