HISTORIAS

Historias

No vale la pena vociferar historias que no les sirven a otros. Cada personaje va por el mundo construyendo su libreto único; así como las aguas deben recorrer diferentes trayectos. Las corrientes por sus caudales y las historias con sus hechos. 

Las historias que no se cuentan, que se guardan con cautela, que disimulan los hechos inalterados, que perpetúan la franqueza del interior y que conservan la chispa de la audacia más personal; consagran la felicidad duradera. Esas mismas historias inmortalizan sus propios orígenes, recorren sigilosamente el tiempo, se convierten en testigos de los vaivenes vividos, callan y, recuerdan la importancia de la prudencia en cualquier situación. Seguirán siendo historias que -aunque no sean contadas- aconsejan o se vuelven moralejas eficaces. Si no se les escribe un final, seguirán siendo lo que son. Si no se cuentan. Si no se les vulgariza. Si se les mantiene secretas, gozarán indefinidamente de su funcionalidad.

Las historias -que se mantienen secretas- materializan la memoria, mas no se mueren socavadas como si la leña se mojara de repente sin la llama antes viva del fuego. Aquellas comparten sus pulsaciones para recordar que viven quietas en la esperanza de la sabiduría. Porque las historias guardan sabiduría. Por el tiempo, guardadas y empolvadas, conservan la ingenuidad, arbitrariedad, provocación, elegancia, rebeldía, mesura, duda, sinceridad, molestia, necesidad, peculiaridad, el misterio, sosiego, delito, pecado, momento, modo; para respirar en su exactitud, detalle o improvisación.

Comentarios

Entradas populares de este blog

RELATOS

Devoto

ASÍ