1ra Carta a la Conciencia

1ra Carta a la Conciencia


Juan Sebastián Lara Salguero te llamas. Decidí hacerte mío de común acuerdo en julio de 2009; pero antes YA TE AMABA. En tu corazón vi inocencia pura y; sin embargo, esa no es tu mayor cualidad. Si algo te define, hijo mío, es la nobleza. Así que, no sólo tú aprendes de mí, sino que yo me mantengo fiel a tí para averiguar la mejor manera de limpiar el corazón. 


Eres el niño próximo a cumplir 7 años que asistía a seminarios y cátedras de universidad, antes de socializar con otros niños de guardería. Que aún absorbe el mundo con filtros de duda y desconfianza: curioso por las cosas que parecen invisibles y los sonidos sordos, el más allá de los por qués. Entre todas mis cosas que has hecho tuyas, eres sincero a la hora de opinar... vaya problema, porque si bien estás aprendiendo a dar tus interpretaciones, algunas mentes diferentes, nos llamarán imprudentes. En nuestra presunción diré: tenemos tacto para decidir según nuestro criterio/parecer :) Qué no nos agobie el egoísmo, el hecho es que la empatía, en ocasiones, nos enjabonará las suelas de los zapatos. 

Juan Sebastián Lara Salguero  (6)
Tu bienestar es el asunto que más horas de sueño me quita. Pero confío en lo que eres. Extraño taparte en las noches; a veces me desvelo pensando en cuál lugar de la cama dejas reposar tu dorso, ¿orinaste antes de acostarte?, supongo que sueñas con la lectura de la noche, quiero ser siempre el primero que veas al llegar del colegio, etc, etc, etc. Tú eres medio mundo mío.


Mi amor másculo, me haces consciente de la responsabilidad. Vivo realidades a tu lado dándote lo que necesitas para que cada jugada en la cancha sea un éxito asegurado. Fijé mi camino un día en el que la noche no apagó los colores con el único propósito de dimensionarte envuelto de mi amor. Existo para encumbrar tus vuelos, resisto para verte feliz, me inquieto cuando pierdes tus remos, me relaja que seas mi aprendiz.


Interiorizarás conductas de un ser paciente mientras juegas con tu espacio. Llegarás a imitar cosas desagradables mientras construyes tus propios juicios. Sentirás dolor, pero tu corazón conservará tus horizontes, seguirás llamándome "padre". Serás siempre mi luz en el cielo y mi poema de sabiduría.

Sí, jm. Te amo. Sí, sí, claro. ;)

































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